miércoles, 2 de diciembre de 2009

INICIACIÓN A LA ACUARELA X: OBRA

...Siempre he considerado que, la palabra "creación", "creatividad", no se ajusta al resultado de la actividad artística, aunque se haya convertido en un acuerdo tácito para designar las obras salidas de las manos del artista que no se deja seducir por el plagio, la imitación, la copia.
La mayoría de las veces, lo que llamamos de forma petulante "creación artística", es el resultado de una construcción artificial, artificiosa, un artificio, en su plena acepción: "algo hecho con arte, conforme a las reglas del arte"...y, por tanto, con unos requisitos técnicos, habilidad y conocimientos previos que descartan el concepto "creación".
Ni siquiera cuando el arte toma el camino de la magia, evocación de lo sutil...; tampoco cuando sigue la senda de la realidad intima, de la naturaleza, realidad social, acariciando precisamente la emoción de lo percibido ...; tampoco, cuando el arte se acerca a lo imaginario, surrealista, macabro, apasionado...; ni siquiera cuando se aproxima a la belleza, podemos hablar de "creación"...
Tampoco, cuando la casualidad, o pequeñas fuerzas que no controlamos, hacen de nuestras acuarelas, tablas, lienzos, algo inesperado, sorprendente...

La "creación" es patrimonio exclusivo del Amor de Dios.

"Obra", sin embargo, implica trabajo, actividad, atención, esfuerzo, intención...; aquello que pone de su parte el artista, la persona que prefiere expresarse, comunicarse, mejor con imágenes (pintadas, escritas, modeladas...) que con acuerdos, convencionalismos, estereotipos...

Prefiero el binomio tradicional "Artista - obra", a la cursilada reciente "creativo - su creación"...

Para ofrecer una muestra de lo dicho, me gustaría describir el proceso de "producción" (obra), "fabricación" (obra), "realización" de una de mis obras:
Publica, en 2008, la Agrupación Española de Acuarelistas, unas bases para la exposición "Homenaje a la Música", a la que me invitan a participar...
Me "cogen" en un momento "marinero" de mi vida, pues llevo un par de años recordando, con entusiasmo, mis veraneos infantiles junto a los pescadores de Torre del Oro (Huelva), los puertos de Huelva y Málaga, el varadero de Punta Umbría, el de Isla Cristina, Ayamonte, la seducción de los barcos fondeados y varados, su silencio, vaivén, crujido de maromas..., e intentando plasmarlo en algunas acuarelas y tablitas... No me siento capaz de "mover" mis sentimientos hacia el tema musical. Tampoco me siento cómodo haciendo algo "de compromiso", sin vocación que me haga participar de la obra.
Decido despreocuparme y pintar "lo que me sugiera la mancha", como otras tantas veces.
Para no "repetirme" en el proceso inicial de la obra, decido hacer dos círculos, en el ángulo superior izquierdo, e intentar darles respuesta...
Poco a poco, voy construyendo, sin plan preconcebido, añadiendo colores que me gustan, líneas, ... y termino pintando un barco varado.
La única diferencia es que, la inclinación de la chimenea del barco, en un momento dado, me sugiere el perfil de un fagot.
Terminé titulándolo "Llamada para barcos perdidos. Concierto en sol menor y luna nueva para fagot, brisa marina y rumor de olas".