En 2005, compré un paquete de Papel LANA, de 54 x 74 cm. y 600 gramos: Ni mejor ni peor que otros, aunque claramente distinto del habitual ARCHES "collé a coeur".
El planteamiento de cada obra con este soporte, como tantas veces, partía de la mancha, curioso descubrimiento del tal Roschard, capaz de "disparar" la imaginación hacia ¿recuerdos?, ¿realidades?, ¿conjeturas en imágenes?, ¿ideas?, ¿visiones?, ¿qués?... Y..., una vez que la mancha no admite más manchas, se emprende la tarea de "recuperar" lo percibido ..., a veces echando mano a los cuadernillos "atraparratos", a veces "a pulso"...