Apuntes de mi suegro, Antonio, en tardes de domingo de 2010
Normalmente, él habla, yo escucho, porque ya no oye bién; y como tampoco ve, por cataratas inoperables, tengo la oportunidad de dibujarlo, una y otra vez, en su postura casi fija; posíblemente, pasan de cien los apuntes que voy reuniendo en distintos cuadernos...