A veces, la belleza no está sólo en los jardínes...: se refugia en la resignación y el silencio, a veces en el olvido...
Parece ser que, nuestra forma de vida, nos hace sentirnos DÉBILES ante las responsabilidades filiales del ser humano, el trabajo y la convivencia en toda dimensión y momento de la vida ...; y FUERTES ante las banalidades, consumo y "goce" de tecnologías y complementos "de tiempo libre", y asunción de estereotipos, muy próximos a esa forma de alienación cómoda y estúpida que es el egoísmo...