Este verano, todo han sido apuntes en un cuaderno fabricado a partir de viejas acuarelas divididas en cuatro partes, con lo cual, cada hoja resultante presenta una cara blanca (el dorso de la vieja acuarela) y una pintada (sólo reconocible en la medida en que detenta elementos identificables de la vieja acuarela): Aparentemente un lío aunque, para la imaginación, un juego recomendable.
En un papel blanco, cualquier tema "cabe"; sin embargo, en un papel pintado, hay que afinar la selección, habida cuenta que pinto del natural..., o lanzarse sin paracaídas "averquesale.com".
En esta segunda opción, está permitido "empastar"...; ...blanco abundante, convirtiendo en "témpera" la acuarela...; ...acrílico, si falla el empaste...; ... y recortes de revistas, por el momento, si falla lo anterior...
Se podría rematar con elementos escultóricos, si fuese necesario.
Los dos primeros son apuntes sobre "cara pintada". Los dos siguientes sobre "rostro pálido".