martes, 10 de junio de 2008

Iniciación a la Acuarela VI: El color

¡El color tiene leyes, pero sólo la sensibilidad del artista las descubre...!
Existen múltiples caminos para comprender el uso del color en pintura:
  1. El uso del color local como referencia: árbol, verde; tejado, anaranjado; tierra, marrón; pared, blanca; plátano, amarillo; rábano, rojo; violeta, violeta... ¡Lograr armonías que proporcionen "unidad" al tema, puede ser complicado!
  2. La intuición, esa forma de conocimiento predispuesta sólo a descubrir, nunca a imponer. Lo malo de esta vía es que, aquello que nuestra sensibilidad reconoce como válido, en muchas ocasiones es esporádico, ¿casual?, y carece de la continuidad e intencionalidad necesarias para el aprendizaje.
  3. El estudio de cartas de color: Permite conocer, básicamente, un sistema de relaciones, equilibrios, refuerzos, matices... Pero usarlas como referencia, en ocasiones, convierte la obra en un esquema repetible...
  4. El ensayo. Personalmente, es la vía que me seduce. Encuentro un tremendo encanto en las cajas de colores comerciales. Me entusiasma introducir en un tema natural pinceladas de vivo color artificial...
El ensayo, con empeño y constancia, forma la sensibilidad personal; enseña a traducir lo que vemos en color. Pero no conviene esperar a tener delante un tema que pintar; el ensayo con el color debe ser una práctica habitual de aprendizaje. Usando la teoría del color como punto de partida, conviene experimentar, sobre pequeños cuadernos, con las posibilidades de nuestras cajas comerciales y paletas, hasta que la paleta se transforme en nuestra primera y esencial obra de arte, que cambie con nuestra intención, elecciones temáticas, carácter, ánimo y convivencia...
¡He aquí algunos de estos ensayos de color, sin mayor afán que gozar con sus tímbres y armónicos!





A pesar de lo dicho, a la persona que empieza le recomiendo el ensayo tonal, similar al expuesto en este blog el jueves, 22 de mayo de 2008. En esas aproximaciones tonales es donde mejor se descubre el valor del color en una obra...
Pero no os privéis del ensayo "a lo bestia", "a lo niño chico"; ¡veréis qué guay!