El día 26 de Febrero, Sábado, por la mañana, fuimos aproximándonos, al centro de Écija, gente de Almería, Valencia, Castilla y León, Madrid..., Granada, Córdoba, Sevilla, Huelva..., hasta completar 89, acompañantes incluidos, acuarelistas...
Estupendo día, cálido, luminoso..., y empezamos a pintar : ...en mi caso, sobre un papel handmade, de 30 x 30 cm. from South India, lleno de rebabas, 100% algodón, estupenda absorción, etc...
He comprendido, de anteriores encuentros y simposia, que llevar formatos grandes a estos eventos equivale, en mi caso, a perder una mañana en un solo tema...; mientras con formatos reducidos, se compagina turismo con acuareleo artístico pictórico, y ejercicio físico en función de la topografia urbana y las distancias... ¡Grato todo, hasta el cansancio!
Por supuesto, hubo recepción, discurso político de bienvenida a cargo de las autoridades corporativas y la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía..., ágape-lunch abusivo y..., sin siesta..., a pintar...
Hubo saludos amistosos, intercambio de ilusiones y proyectos...
Hubo asamblea anual de la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía...
Hubo gente por las calles de Écija turística, limpia y monumental...,
...ingente cena...
Y alguien, desafiando el cansancio, se atrevió a pintar de noche...
El día 27, Domingo, fuimos a misa muy temprano, y hubo descomunal desayuno con café y churros...
Nos fuimos junto al Genil y, a pesar del sol, un violento y frío viento empezó a apropiarse de los espacios abiertos, expulsando a los acuarelistas a las plazas cerradas y callejas...
No pude comer, pues los churros insistían en bailar y pasearse entre estómago y garganta, y seguimos pintando y pintando...
...hasta la hora del concierto de órgano, a cargo del pamplonica José Luis Echechipía París, en la preciosa Iglesia de los Descalzos...
Opibusiva cena, paseo nocturno y... descanso...
Y, el fresco día 28, último del mes, pintamos menos, hablamos más, comimos mucho y nos despedimos hasta el próximo encuentro en las Alpujarras...
Écija se queda con muchos, muchos rincones... sin esas sencillas caricias de pincel, agua, color, papel, que traemos y llevamos los acuarelistas...
