Una mañana típica de la segunda quincena de Agosto: Nubes, amenaza de llovizna norafricana, sol, nublado, sol, nu.. sol, nublado....
Y, en estas condiciones, lo mejor parece ser dibujar y, a continuación, decidir si queremos pintar con luz de día soleado o con luz de día nublado...
Opción A: Tres toques de acuarela, entre nublado y nublado..., con rapidez y el compromiso de "abandonar" en el momento en que el sol empiece a tostarte el cogote...
Opción B: Tres toques de acuarela, entre sol y sol, hasta que el "idem" deja de jugar al escondite...
Personalmente opté por la opción intermedia. Lo de abandonar es obligado, porque en este punto del Jardín de las Damas, hacia las 11'15, el magnolio de la derecha deja de servirte de sombrilla...