La historia es como sigue:
El pasado Viernes, 27 de Julio César, estuvimos en Cádiz participando en el Certamen de Pintura Rápida "Regata de Grandes Veleros"...
El formato mínimo, conforme a las bases, 100 x 81; elegí 120 x 100, que me cabía en el coche.
Escogí acrílico como técnica.
¡Musha gente, musha!... ¡A pleno sol...! y, hora de comienzo, las 12'00.
Con estos condicionantes, creo que elegí mal el tema (la proa del Americo Vespucio y, al fondo, otros dos veleros y Cádiz...: ambicioso, complicado...), la gente haciéndose fotos junto al cuadro, incluso requiriéndome para posar, tertulias junto al cuadro, comentarios, algunos elogios...:¡todo dentro de lo normal, salvo el mogollón de gente, que incrementaba la frecuencia de lo referido a los dos minutos-acción!
¡Creo que me desconcentré antes de darme cuenta!
El cuadro no me gustó a mí, a los compañeros tampoco, al jurado menos...
Me encontré, todo un fin de semana, en la conciencia, con un formato grande mal pintado y muchas ganas de rectificarlo.
El Martes, 31 de César, me fuí con el cuadro del Americo Vespucio a la Plaza del Triunfo, y escogí un tema ya recogido en pequeños apuntes de acuarela: Giralda y Catedral, iluminadas por el sol de las 8'00 de la mañana.
Con un reducido kit de pintura, tuve tiempo de esbozar, con brocha enorme, la eclosión de luz de la mañana.
Regresé el miércoles muy temprano y, ya estaba nublado. Apenas pude dar unas pinceladas en zonas de sombra y corregí la perspectiva. A las 9'30 estaba de vuelta en casa.
Regresé hoy,Jueves, mucho más temprano, muchas mas moscas, y las ocasionales brumas de Agosto filtraban la luz solar, anulando la potencia del primer día.
No obstante, la impresión captada ese primer día ha prevalecido y ya veré como termino, remato, acometo el final o dejo en suspenso lo hecho, que no es nada desagradable.